4 de junio de 2023

Munro – Argentina

Cuál es la mejor cerveza para tomar cuando está fresco

Las bajas temperaturas obligan a desistir de «una helada», pero el mundo de la cerveza tiene muchas opciones para todos los climas sin caer en las «negras».

En la Ciudad de Buenos Aires el finde semana extra largo está demasiado fresco para ser primavera. Para una cerveza al aire libre quizás sea indispensable una campera. Las bajas temperaturas del ambiente no maridan con las de la pinta, pero acá hay algunas opciones de estilos para disfrutar sin helarse.

De hecho, no exagerar con la heladera es ideal en este momento porque «en general cuando tienen más alcohol las cervezas son más complejas, más maltosas, como con añejamiento, mucho más interesantes. Si las tomás muy frías te perdés un montón de cosas«, explicó a minutouno.com la Beer Sommelier Sol Cravello.

Wee Heavy: la reina de las cervezas escocesas tiene un 8% de alcohol (se puede decir que le hace honor al nombre, «un poquito pesada»). Junto con la Old Ale son «cervezas que tienen un buen enfoque de la malta y quizás notas a caramelo, nuez o tostado. En el caso de la Barley Wine hay presencia de lúpulo que ayuda a balancear el sabor, pero en la Old Ale o la Wee Heavy va a estar un poquito más secundario», apuntó a minutouno.com Diego «Van Der Sar» Castro, consultor cervecero y sommelier. Rabieta tiene hace años una wee heavy, por citar una para empezar a probar.

Old Ale: una ale es un tipo de cerveza que utiliza la levadura Saccharomyces cerevisiae, que fermenta a temperaturas más altas. «Una stout es una ale, una porter o una IPA o una dubbel son ales. Pero la ‘Old Ale’ se llama así porque tiene un período de guarda, de maduración, bastante prolongado, en el cual se promueven ciertas reacciones de oxidación, de añejamiento, que le da un perfil muy ajerezado que es muy interesante», contó Castro. La de Cheverry o la de Guten Bier son buenos ejemplos para conocer el estilo.

Cerveza con paso por barrica: no confundir con Old Ale, porque «generalmente son cervezas o sour o de alta graduación alcohólica pero que le aporta un carácter de madera bastante interesante», pero la denominación es por el modo en que está hecha, no por el tipo de ingredientes. «Podríamos hablar de una Doppelbock (doble bock) que sea maltosa alcohólica, si uno quiere una lager con paso por barrica», apuntó Castro.

Barley Wine: este estilo tiene «un perfil maltoso y un soporte amargo, con presencia de lúpulo, que puede fermentar y madurar sin paso por barrica», señaló Castro. Es un clásico de la temporada invernal junto con las stouts y porters, y la cervecería Blest tiene una Slow Barley Wine a los efectos de probar el estilo (con precaución, porque tiene un IBU de 32 pero una graduación alcohólica de 10%).

Russian Imperial Stout: empezó como un capricho de Pedro el Grande de Rusia, que extrañaba la ale que había tomado cuando estudiaba en Inglaterra, pero luego la cervecería británica The Anchor tomó el estilo y lo desarolló hasta crear «el más conocido hoy como estándar de cerveza russian imperial stout», como apuntó a minutouno.com Rubén «Cacho» Diciero, brewmaster de Rabieta.

De hecho, Rabieta lanzó la Imperial Coffee Stout para el invierno, con la receta de The Anchor casi sin tocar. «Como hacemos pequeños volúmenes de estas especialidades no tenemos la necesidad de las industriales, que por ahí sí tienen que adaptarlas porque obviamente hacen grandes volúmenes y necesitan tener ese altísimo consumo«, señaló Diciero. Esta botella, además, tiene en su etiqueta un mensaje «en conmemoración de uno de los amigos de los socios».

Pastry: «No me imagino con este frío decir ‘ay, me tomaría una american light lager’. Te imaginás una cerveza más ‘postrecito’, más cognac o jerez», convino Cravello. Para eso están las Pastry, a las que les agregan desde cacao, canela y vainilla hasta coco, dulce de leche o lactosa, que la Beer Sommelier explicó que es «un azúcar que las levaduras no comen, entonces queda en la cerveza y le da dulzor» a la bebida.

Juguetes Perdidos tiene a El Matador (con banana, canela y cookies), Baum tiene su Coffee Patry y Peñón del Águila fue más lejos e hizo una Piña Colada Pastry Sour.

Belgas: la categoría es amplia pero tiene un hilo conductor en que todas las variantes son «un poco más alcohólicas, tienen tibieza en boca y vienen acompañadas de un poco más de cuerpo. Son lo contrario a las lagers americanas, que son ligeras, fáciles de tomar en frío. En vez, las belgas son más contundentes, corpulentas, robustas, con más cuerpo y más intensidad», explicó Cravello. Con una pinta fresca pero no helada se pueden «percibir bien esos aromas».

Dentro de esta categoría Castro enumeró a la Quadrupel y la Dubbel, que tienen «notas a caramelo, quizás pasa de uva, banana de fondo, a pimienta, alcohólicas, carbonatadas, o alguna sour, pero de un perfil flanders red ale o similar, con más presencia de malta y con un contrapunto entre dulzor y acidez bastante interesante, que terminan dando cuerpo y consistencia».

La pinta para tomar cuando está fresco, coinciden Cravello, Castro y Diciero, es un poquito más pesada que la de verano, con sus tonos dorados y sabores frescos. Quizás sea porque la graduación alcohólica da sensación de calor o porque los aromas complejos permiten tomarla despacio, la pinta «del frío» se toma -y se disfruta- con detenimiento.

Fuente: m1